Tips para clases online de inglés

El trabajo online es algo que no solo se está haciendo cada más popular en la última década, si no que para muchos, es la nueva normalidad. No solo hablamos de las clásicas reuniones de equipo de cada lunes, pero también de todo tipo de talleres o sesiones educativas, y esto incluye por supuesto la enseñanza de idiomas.

Ya antes de la pandemia, muchas academias de idiomas ofrecían la opción de aprender idiomas de forma virtual, sin embargo, está claro que es desde los años 2020 y 2021, que este formato es muy usado por los profesores, y además más solicitado por los alumnos. Por supuesto que las clases presenciales tendrán siempre un valor que las clases online nunca tendrán: la sensación de cercanía al compartir un mismo espacio.

Pero, ¿qué sucede en una sociedad donde la cercanía física se ve limitada? Esta fue la experiencia de varios en diferentes países europeos, pero en especial, en España, el confinamiento se vio extendido, dando lugar a todo tipo de adaptación a la vida online. No sólo en el ámbito de la educación, esto significó que el proceso de globalización se aceleró, derivando en esa «cercanía» incluso más allá de las distancias nacionales.

En la enseñanza de idiomas, esto se convirtió una vez más en una oportunidad, podías tener (aún con más frecuencia) a tu profesor del acento de tu elección – americano, británico, irlandés, australiano… – en el salón de tu casa independientemente incluso de la diferencia horaria.

Al igual que el didacta español, encerrado en su apartamento, podía conectar con el resto del mundo para compartir la lengua española. Como menciono, esto ya era una práctica popular, pero tras esa experiencia particular, más probaron la opción y la vieron como todo lo contrario a sentirse ‘no cercano’ a alguien.

La enseñanza de idiomas online no sólo significa un proceso adaptativo por parte del aprendiz, pero también por supuesto por parte de profesor. En mi experiencia personal, observé cómo mis destrezas digitales aumentaron a una velocidad que no me esperaba, no me quedaba otra.

La cantidad de herramientas educativas que ofrece la web es en estos momentos inmensurable. Ya desde hace tiempo, cuando hablamos de enseñar la lengua inglesa, hay varias páginas famosas, algunas de pago, otras todavía no, donde encontrar glosarios de vocabulario, incluso ordenados por niveles o temáticas, explicaciones gramaticales, errores típicos explicados, todo tipo de prácticas de escucha (listenings) o lectura (readings), etc.

Sin embargo en los últimos diez años, no solo podemos encontrar bases de datos si no también herramientas interactivas y de diseño donde el profesor puede crear sus propias actividades y juegos adaptados al alumno – herramientas como Canva, Mentimetre o genial.ly, entre otras por ejemplo.

Esto significa, que ese miedo a que la sesión online sea aburrida y unidireccional ha desaparecido hace tiempo, y la experiencia de aprendizaje es mucho más interactiva. ¡Incluso se podría decir que más que en persona!

Algunos tips para las clases online:

  • Definitivamente los factores de flexibilidad y paciencia son la clave tanto para el profesional como para el alumnado – algo inevitable que puede suceder de forma inevitable, y no sucede durante las clases en persona claro, es la falta de conexión a internet.
  • Es importante que por las dos partes haya una dedicación y compromiso: la hora de la clase es para dedicar la atención a la clase, y no caer en la falsa idea o tentación del ‘multitasking’. El hecho de no estar al mismo lado de la pantalla, no esconde como los ojos del alumno están ocupados con otra tarea en su pantalla.
  • En las clases individuales, un buen consejo para el didacta, en especial a la hora de hacer clase con alumnos jóvenes y para mantener su atención, es pedir al alumno que él o ella mismo/a compartan su pantalla para seguir el mismo ejercicio en lugar de compartirla siempre tú como profesor/a.
  • A pesar del gran número de herramientas didácticas y páginas digitales a las que hacía referencia anteriormente, las herramientas de comunicación mismas tienen grande potencial. Si tienes un grupo grande, no olvides hacer uso de la opción de crear salas de grupos y mezclar a tus alumnos con distintos compañeros para distintas tareas y de este modo invitar a la participación, ¡al igual que en persona!
  • Los factores externos, como un lugar silencioso y unos buenos cascos con un buen micrófono son tus amigos. ¡No porque enseñes online significa de repente que se puede enseñar desde cualquier lugar! Y no es sólo por la calidad de la clase impartida, sino en beneficio de mayor  concentración del que la imparte.

Estos son los consejos que se me ocurren ‘off the top of my head’, definitivamente aprendidos de la práctica de llevar cinco años enseñando online. ¿Qué otros consejos añadirías?

En definitiva, en mi experiencia personal, tanto como aprendiz de alemán o esloveno online, como como profesora de inglés y español online, pandemia de por medio o no, o simplemente mucha mudanza, siempre ha sido una práctica tanto enriquecedora como efectiva y al menos recomendable el hecho de probarla.

Por Isabel McLean, profesora de inglés de Learndix